Un sector históricamente olvidado
Durante años, las personas empleadas del hogar en España han trabajado en condiciones muy alejadas del resto de trabajadores. Mientras otros sectores avanzaban en derechos laborales, ellas quedaban atrás: sin derecho a paro, sin protección frente a riesgos laborales, sin estabilidad contractual.
Muchos de estos trabajadores, en su mayoría mujeres y migrantes, han vivido su día a día en un marco de vulnerabilidad, con escasa seguridad jurídica y prácticamente sin red de protección.
Y aunque el trabajo doméstico es uno de los pilares invisibles que sostiene el bienestar de muchas familias, la realidad legal de este colectivo ha sido injusta y precaria.
🌍 El impacto de la pandemia: un punto de inflexión
La crisis sanitaria del COVID-19 sacó a la luz esa precariedad estructural. Miles de personas empleadas del hogar se quedaron sin ingresos de la noche a la mañana, y muchas ni siquiera tenían un contrato que acreditara su vínculo laboral. Ante esta situación, el Gobierno aprobó en 2020 un subsidio extraordinario para empleados del hogar, una ayuda temporal destinada a quienes habían perdido su empleo o no podían trabajar por estar en cuarentena.
Aunque fue una medida urgente y necesaria, no solucionaba el problema de fondo. Era un parche, no una reforma.
Y era evidente que el sector necesitaba un cambio estructural, duradero y valiente.
🧾 Llega el Real Decreto 893/2024: por fin, un marco justo
Ese cambio ha llegado ahora con el Real Decreto 893/2024, una norma que equipara derechos y pone fin, al menos sobre el papel, a muchas de las desigualdades históricas del sector.
A continuación, te explicamos en detalle las seis mejoras clave que establece esta nueva norma:
1️⃣ Derecho a paro: se acaba la indefensión
Por primera vez, los empleados del hogar podrán cotizar y acceder a la prestación por desempleo.
Hasta ahora, este colectivo era de los pocos que quedaban fuera del sistema de protección por desempleo, lo que dejaba a miles de mujeres sin ingresos ante cualquier finalización de contrato.
Este cambio no solo es justo, sino necesario: se reconoce el valor de su trabajo y se garantiza que no quedarán desamparadas si pierden su empleo.
2️⃣ Seguridad en el trabajo: aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
A partir de ahora, las personas empleadas del hogar estarán protegidas frente a riesgos físicos y psicosociales.
Esto significa que:
- Los empleadores deben evaluar los riesgos de las tareas realizadas (limpieza, escaleras, productos químicos…).
- Deben prevenir accidentes o enfermedades laborales.
- Se reconocen también los riesgos emocionales o situaciones de acoso.
El hogar ya no es una zona ciega para la seguridad laboral.
3️⃣ Contratos por escrito: adiós a la informalidad
El Real Decreto establece que todos los contratos deben formalizarse por escrito.
Este punto es clave porque aporta:
- Transparencia en las condiciones laborales.
- Seguridad jurídica para ambas partes.
- Regulación clara sobre jornada, salario, funciones y duración del contrato.
Esto ayudará a combatir la informalidad que ha predominado durante décadas.
4️⃣ Derechos de conciliación: igualdad real en la vida personal
Las personas trabajadoras del hogar tendrán ahora los mismos derechos de conciliación que el resto de trabajadores: permiso por maternidad, lactancia, cuidado de menores o dependientes.
En un sector formado casi exclusivamente por mujeres, este avance es doblemente relevante. Supone reconocer su derecho a ser trabajadoras sin dejar de ser madres o cuidadoras.
5️⃣ Refuerzo de la Inspección de Trabajo
Aunque la inspección en un domicilio particular requiere autorización del empleador, el Real Decreto refuerza las herramientas de vigilancia y control para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales en el hogar.
Esto representa una mejora importante: no se trata solo de legislar, sino también de hacer cumplir la ley.
6️⃣ Formación y campañas de concienciación
La norma también prevé medidas preventivas y educativas:
- Se impulsarán campañas informativas para que tanto empleadas como empleadores conozcan sus derechos y obligaciones.
- Se fomentará una cultura de cumplimiento y respeto en el empleo doméstico.
Esto significa que no se trata solo de cambios legales, sino también de un cambio cultural.
🧩 ¿Qué implica todo esto en la práctica?
El Real Decreto 893/2024 no es una norma simbólica. Tiene impacto directo en miles de vidas.
Supone el inicio de una etapa donde el empleo en el hogar deja de ser un «trabajo de segunda» para situarse, al fin, en el marco de igualdad, seguridad y dignidad laboral.
Para quienes trabajan limpiando, cuidando, cocinando y sosteniendo la vida cotidiana de muchas familias, este avance legal significa justicia.
Y para quienes contratan, implica también responsabilidades claras.
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En ABOGAD@S 5.0 asesoramos tanto a trabajadoras como a familias empleadoras que quieran adaptarse a esta nueva normativa.
Desde la formalización de contratos hasta la aplicación práctica de los derechos laborales, te acompañamos paso a paso.
👉 Puedes consultar el texto completo del Real Decreto aquí:
📎 BOE – Real Decreto 893/2024
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